"...Cuando cayó la noche y volvía a su cama, un viejo trapo peludo, miró una flor y en ella vió reflejados los rasgados ojos de la golondrina. Febril, fué al lago a beber agua, y en el agua también encontró a la golondrina que le sonreía. Y la reconoció en cada hoja, en cada gota de rocío, en cada rayo del sol crepuscular, en cada sombra de la noche que llegaba. Después, la descubrió vestida de plata en la luna llena, para la cual maulló y maulló dolorido. Ya era muy tarde cuando consiguió dormir. Soñó con la golondrina. Era la primera vez que soñaba desde hacía ya muchos años."

"...voló cerca, sobre el gato manchado, y lo tocó levemente con su ala izquierda. El podía oír los latidos del pequeño corazón de la golondrina Sinhá. Ella comenzó a elevarse y desde lejos lo miró. Era el último día de verano." Jorge Amado

Transformaciones

El otro día vi en la tele un debate casposo donde hablaban de cirugía plástica.
En un lado de la mesa los que estaban a favor, y en otro, los que estaban en contra. Tema manido donde los haya. Intervenciones previsibles de los contertulios.
No me interesó nada, yo estoy absolutamente a favor de que cada cual se ponga o se quite lo que quiera.

En el fondo, lo que subyace es una especie de morbo. Ver el antes y el después. Ver quién se ha operado y de qué, y cómo ha quedado.

El caso es que aguanté como pude el patético debate casi hasta el final. Ya sé que podía haber cambiado de canal haciendo uso de la magnifica democracia televisiva en la que vivimos, pero siempre espero escuchar algo que me sorprenda o me interese y no escarmiento. (Yo intento verlo todo, y no me avergüenzo por ello).

Sólo hay un argumento en contra que me sirve y que me aplico: el miedo al quirófano. El miedo a morir por quitarme unas cuantas lorzas o estirarme las patas de gallo. El miedo al dolor. El miedo a que me dejen horrorosa. El miedo a llenarme de bultos extraños y tener que pasar por el quirófano 20 veces más y encima tener que denunciarlo y que no me hagan caso. O que me hagan caso y mi foto aparezca en todos los sitios y la gente se compadezca de mi. El miedo a que se me rompa alguna prótesis y que la sustancia que sirve para sellar ventanas o bañeras invada mi cuerpo. El miedo a tener problemas.

Y hoy, pensando todavía en lo del “miedo a que me dejen horrorosa” y los “bultos extraños” encuentro en Internet la noticia de que en estos días se ha celebrado en Caracas el “Venezuela Expotatoo 2012”.

Busco un poco más y me encuentro con la foto de esta chica.


Se llama Mary Jose Cristerna, es mexicana y tiene 36 años.
Y dice: "Soy una artista y así lo expreso. Sé que hay gente a la que no le agrada, pero para mi este es un arte que rompe tabúes"

Y dice más: "Mi transformación corporal ha sido parte de llevar mi gusto al extremo, de decir: bueno la vida es muy corta y a veces la desperdiciamos en muchas cosas. Finalmente yo elijo la belleza y para mí es bonito estar así, por eso lo hago".

Siguiendo el estilo de Mary Jose, el venezolano Joaquín De Lima, un ingeniero de 26 años, empezó a someterse a modificaciones corporales hace siete meses.
Por lo visto, es el único en Latinoamérica que tiene tatuado el interior de los ojos.

Para el tatuador uruguayo Víctor Peralta, hacerse cambios en el aspecto "no trata de enviar un mensaje a nadie" porque para él es parte de su identidad.

"Me gusta estéticamente, no me interesa lo que la gente piensa. Me duelen los cambios como a cualquier otro humano, lo que pasa es que tal vez yo lo disfruto más y esta es mi forma de expresar"

Tatuajes, escarificaciones, suspensiones de la piel con grandes ganchos de metal (al estilo de la película "Hellraiser"), piercings, expansores para agrandar los lóbulos de las orejas, implantes debajo de la piel….

Y a mi, aunque mi opinión es irrelevante, me parece bien.

Y yo, mujer anónima de 47 años, que pasa desapercibida cuando va por la calle. Yo, que me siento intrigada por los impulsos de la gente, que tengo curiosidad….que hago lo que me da la gana (o casi)….

Yo, que algunos días me miro al espejo y me veo como una princesa, y otros me veo tan horrorosa que lamento haberme mirado…

Yo, que me pinto los ojos de azul (¡sólo por fuera!) y me cambio el color del pelo de vez en cuando…

Yo prefiero quedarme como estoy, ni guapísima ni horrorosa, feliz en mi físico anodino, sin llamar mucho la atención, aprovechándome de esta (feliz) situación de anonimato.

Envejeciendo, arrugándome, engordando y adelgazando, expandiéndome y contrayéndome, dándome a conocer sólo cuando me apetece, sin dar explicaciones.

Sin bultos ni cosas clavadas. Sin meterme en un quirófano. Sin que nadie me cuelgue de un gancho como si fuera un jamón. Sin que me claven agujas y me metan tinta, botox o ácido hialurónico por los agujeritos.

Y si me da la gana, me dibujo algo con el boli y cuando me aburra me lo borro con agua y jabón y me pinto otra cosa.


Y quizá, cuando tenga muchas arrugas en el cuello, haré lo mismo que Carmen Sevilla.

(Según una leyenda urbana que ella misma difunde, se ponía un celo grande pegado en el cogote para que le recogiera las arrugas del cuello y parecer mas joven.)

(Aunque en esta foto se le olvidó pegarse el celo y se tuvo que poner la mano delante.)

3 comentarios:

  1. Estas sembra!!!! jajaja
    A ver, vamos por partes como dijo Jack el destripador.... Coincido contigo en q yo respeto q cada uno haga lo q le plazca. Creo q lo importante es tener la libertad de poder expresar la imagen con la q nos encontremos a gusto, ya sea en plan extremo o discreto como nos gusta a ti y a mi para pasar lo mas desapercibida posible.
    Por otro lado, me encanta como te pintas los ojos de azul, no te creas q es tan sencillito, yo no se hacerlo....
    Y en cuanto a los contras.... Pues yo pienso q despues de saber lo q es estar pasando miedo atros detras de la puerta de un quirofano esperando a un familiar, o haber tenido q entrar sin mas remedio con miedo tambien por ka responsabilidad de lo q deja una atras.... No entro yo por gusto en un quirofano...... Asi me lleguen los "mofletillos" al suelo.
    Trescientos bsss

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  2. Estas sembra!!!! jajaja
    A ver, vamos por partes como dijo Jack el destripador.... Coincido contigo en q yo respeto q cada uno haga lo q le plazca. Creo q lo importante es tener la libertad de poder expresar la imagen con la q nos encontremos a gusto, ya sea en plan extremo o discreto como nos gusta a ti y a mi para pasar lo mas desapercibida posible.
    Por otro lado, me encanta como te pintas los ojos de azul, no te creas q es tan sencillito, yo no se hacerlo....
    Y en cuanto a los contras.... Pues yo pienso q despues de saber lo q es estar pasando miedo atros detras de la puerta de un quirofano esperando a un familiar, o haber tenido q entrar sin mas remedio con miedo tambien por ka responsabilidad de lo q deja una atras.... No entro yo por gusto en un quirofano...... Asi me lleguen los "mofletillos" al suelo.
    Trescientos bsss

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  3. Lola, ¿qué es eso de estar sembrá? jajajaja

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