"...Cuando cayó la noche y volvía a su cama, un viejo trapo peludo, miró una flor y en ella vió reflejados los rasgados ojos de la golondrina. Febril, fué al lago a beber agua, y en el agua también encontró a la golondrina que le sonreía. Y la reconoció en cada hoja, en cada gota de rocío, en cada rayo del sol crepuscular, en cada sombra de la noche que llegaba. Después, la descubrió vestida de plata en la luna llena, para la cual maulló y maulló dolorido. Ya era muy tarde cuando consiguió dormir. Soñó con la golondrina. Era la primera vez que soñaba desde hacía ya muchos años."

"...voló cerca, sobre el gato manchado, y lo tocó levemente con su ala izquierda. El podía oír los latidos del pequeño corazón de la golondrina Sinhá. Ella comenzó a elevarse y desde lejos lo miró. Era el último día de verano." Jorge Amado

Test

Hacía tiempo que no leía revistas. Últimamente, dado que he conseguido rebajar un poco mi natural rechazo por la peluquería, estuve echando un vistazo a las revistas del corazón mientras esperaba a que mi peluquera Nati terminara de poner los rulos a una señora mayor y la metiera en el secadero (perdón, secador).

Aunque el panorama era de por sí bastante entretenido, pensé en divertirme un poco más mientras me llegaba el turno. En las revistas, veo muchas fotos de las casas de los famosos. Funerales, bodas de alto copete, embarazos muy deseados. En una encuentro un Sudoku ya empezado (y veo con cierto disgusto que está mal). Pero busco y busco…¿Dónde están los Test psicológicos?

En mis tiempos jóvenes (más jóvenes que ahora que siguen siendo jóvenes), en toda revista que se preciara, además del horóscopo y algún crucigrama, aparecía un Test psicológico del estilo de: ¿Es tu pareja perfecta para ti? O bien “Descubre tu verdadero carácter”.

Como tuvieras un boli a mano, ya estabas rellenando casillas y contando los puntos A, B ó C, para descubrir el sentido de la vida. Pero ya no hay Test en las revistas. O por lo menos, no hay en las revistas que compra la Nati.

Esto me ha llevado a meditar profundamente sobre el tema. Qué maravilloso sería averiguar, realizando un simple Test, en unos pocos minutos, lo que el destino tiene reservado para ti, si tu pareja te sigue siendo fiel. Si tú eres una persona normal o tienes alguna patología. Si tus amigas te ven como realmente eres. Si tu vecino es en realidad un asesino en serie.

Recuerdo que en el cole, cuando tenía unos 7 u 8 años, vinieron unos psicólogos a hacernos pruebas. Me acuerdo que nos hicieron el “Test del árbol” y otro de dibujar a la familia. A mí me hizo ilusión, porque lo veía como muy científico todo. Llamaron a mis padres y les debieron de decir que yo era bastante lista para mi edad, porque, aunque yo no estaba delante, siempre tenía las antenas puestas y algo oí, y al día siguiente la monja me sonreía y me acariciaba la cabeza. Al año siguiente nos volvieron a hacer las mismas pruebas, pero ya no llamaron a mis padres. Supongo que en aquel año mi inteligencia se terminó por asentar y me normalicé. O me fui al garete. En fin, para qué voy a especular sobre algo que jamás sabré a ciencia cierta y con lo que tendré que bregar el resto de mi vida.

También me acuerdo de ciertos Test que tuvimos que pasar hace unos años en Bienestar Social para acompañar una solicitud. A mi me salió que soy asertiva, responsable, un poco rígida. Una borde, vamos. A M. en cambio le adornan todas las virtudes del mundo. El caso es que nos declararon idóneos a pesar de mi bordería. Las bondades de mi marido hicieron contrapeso.

El caso es que busco información sobre Test de todo tipo. Y encuentro mucha.

Desde los test de inteligencia: http://www.psicoactiva.com/tests/testci.htm (¡en este he sacado un 137, lo que quiere decir que no está todo perdido!), Test de autoescuela: http://www.todotest.com/tests/idxtests.asp (anda que si me tuviera que examinar otra vez…), Test de ovulación (este ahora no me interesa mucho), y Test de amor: http://amor.rincondelvago.com/tests/ (Ja jaraja! ¡estos son la bomba!) .

A parte de todo esto tan interesante, me entero que todavía hay muchas empresas que hacen Test a los candidatos a ocupar un puesto de trabajo, y además de las entrevistas personales, utilizan Test para descartar a los que consideran que tienen un perfil poco deseable. Los más usados con este fin, son el Test de Rorschach y el Test de la persona bajo la lluvia, asi que voy a tratar de explicar de qué van.

El Test de Rorschach.

Este Test se lo inventó un suizo que se llamaba Hermann Rorschach.
Estudió psiquiatría con el mismísimo Carl Gustav Jung, y en 1921, publicó un libro llamado “Psychodiagnostik” en el que contaba sus experiencias con las manchas de tinta.
Se trasformó en el primer método de exploración de la personalidad de importante valor diagnóstico.

Seguro que habéis visto este Test en películas o por lo menos habréis oído hablar de él.

Consiste en una serie de 10 láminas que presentan manchas de tinta. Estas manchas se construyeron doblando una hoja de papel por la mitad, echando previamente un poco de tinta en medio, claro. Al desdoblar la hoja, aparecen una serie de imágenes ambiguas, con cierta simetría. El psicólogo le pide al sujeto que haga una interpretación de las manchas. Es como cuando tratamos de adivinar figuras en las nubes. A partir de las respuestas, el especialista puede hacer una valoración del funcionamiento psíquico del sujeto examinado.

Como cada psicólogo o psiquiatra valoraba las respuestas según su criterio, otro psiquiatra llamado John Exner, creó el "Sistema Comprehensivo", contrastando resultados y creando una impresionante base de datos en base a la cual (valga la rebuznancia) poder interpretar los misterios de la psiquis humana.

Además de la interpretación de las manchas, se tiene en cuenta el tiempo que tarda el individuo en responder, dónde ve la imagen (en la mancha completa, en un detalle, en el espacio en blanco), la riqueza de los detalles, si aprecia o no movimiento, el color…

Este Test tiene grandes detractores y entusiastas promotores. Existe un programa llamado Siglaror que contiene una base de datos con más de 23.000 interpretaciones distintas, localizadas y codificadas con frecuencia estadística sobre una muestra representativa de la población adulta normal, aunque es imprescindible que el estudio lo haga un psicólogo experimentado, porque sino los especialistas se irían a engrosar las filas del paro, que ya están suficientemente engrosadas de por sí.

El caso es que, aunque pueda parecer disparatado, su importancia es innegable. Aquí están las 10 láminas por orden de presentación junto a las respuestas más frecuentes y varias interpretaciones encontradas en Internet:

Lámina 1: mariposa, murciélago, polilla, persona con las manos levantadas.

La rapidez de respuesta en esta primera lámina es importante, ya que indica cómo reacciona el individuo ante situaciones nuevas. Lo mejor son las respuestas obvias, dadas enseguida. Es mejor no comentar que a lo que veas le falta la cabeza. Algunas interpretaciones raras (máscara, cara de animal) pueden sugerir paranoia.
Lámina 2: Dos payasos, dos perros tocándose la nariz.

Es óptimo ver en esta mancha dos figuras humanas (mujeres o payasos). Si no, uno tiene problemas en su relación con la gente. También es importante si las zonas rojas son consideradas como sangre. Puede indicar agresividad.
Lámina 3: Personas jugando a los bolos, mujeres lavando o cocinando.

Se supone que detecta las preferencias sexuales o cómo el sujeto interacciona con otras personas.
Lámina 4: Hombre sentado en un tronco cortado, botas, mapa de Italia, monstruo.
¡Ojo con decir que el monstruo está atacando! Es fatal: representa al propio padre. Actitud hacia los hombres o la autoridad.
Lámina 5: Murciélago (respuesta dada por hombres), mariposa (respuesta dada por mujeres).

Ver las prolongaciones de las alas como bocas de cocodrilo significa hostilidad, ver pies o tijeras indica castración. Si se dan demasiadas interpretaciones... ¡esquizofrenia! Y también si se ve gente moviéndose.
Lámina 6: pierna de persona o pata de animal (interior lateral), tótem, insecto, piel de animal.

En conjunto, parece que revela las actitudes inconscientes hacia la sexualidad.
Lámina 7: Dos cabezas de mujer o niños, conejos o perros saltando.

Revela nada menos que los sentimientos hacia la madre. El espacio entre las dos mitades puede ser también interpretado como una lámpara de aceite, pero sólo los esquizofrénicos lo ven.
Lámina 8: Topos, osos, animales, mariposa, espina dorsal.

La respuesta más corriente la relaciona con animales de cuatro patas, y no verlos es una mala señal: ansiedad.
Lámina 9: Fuente con luces, cabeza de reno con cuernos, cabeza de cabra con bigotes.

Puede indicar problemas para lidiar con datos no estructurados. Supongo que en esta lámina se trata de “sonsacar” al sujeto para ver si dice algo interesante.
Lámina 10: Pulpo, cangrejos, araña (zona azul), cabezas de animales…

Esta última mancha escudriña la capacidad organizativa. Aquí puede haber de todo: cangrejos, la cabeza de un conejo, huevos fritos.

Buena respuesta: algo visto a través del microscopio.


El Test de la persona bajo la lluvia.


Se supone que este Test permite obtener la semblanza del sujeto en condiciones poco agradables, cómo reacciona ante los problemas de la vida, cómo se defiende en condiciones adversas.

La consigna consiste, simplemente, en solicitarle que "dibuje una persona bajo la lluvia".

En la medida en que lo necesite, se tranquiliza al sujeto comentándole que no se busca evaluar la calidad del dibujo y que, haga lo que haga, estará bien.

No se deben dar más indicaciones, sólo alentarlo a que haga el dibujo lo mejor posible y como lo desee. Tampoco se establece un tiempo determinado para completarlo.

Mientras realiza el dibujo, se registrará la actitud del entrevistado, los comentarios que realiza, si toma muy poco o demasiado tiempo para llevar a cabo la consigna y todo dato que resulte llamativo.

En líneas generales, los elementos básicos para la evaluación son los siguientes:

Dimensiones del dibujo y emplazamiento en el papel:

Si el dibujo es pequeño puede ser señal de introversión, timidez o inseguridad.
El dibujo grande puede indicar necesidad de ser reconocido y una cierta agresividad.
El dibujo muy grande inadecuación, conflictos internos, megalomanía.
El dibujo mediano correspondería a una persona bien ubicada en el espacio.

En cuanto al emplazamiento de la imagen: si se acerca al margen derecho, que representa el futuro, se trata de una persona extrovertida, con inclinación hacia lo social. Si se acerca al margen izquierdo, que representa el pasado, puede significar debilidad, asuntos pendientes de resolver, timidez, traumas. El margen superior indica rasgos eufóricos, alegres, espiritualidad. El margen inferior reacciones instintivas, falta de imaginación, depresión, debilidad, dependencias o adicciones. En el centro de la hoja, equilibrio, objetividad y control de sí mismo.

Trazos y presión:

Línea armónica, entera y firme: persona sana.
Línea entrecortada: ansiedad, inseguridad, estrés.
Línea redondeada o curva: rasgos femeninos. Sentido estético. Dependencia. Espíritu maternal. Conciliador, diplomático, afectivo y sensible.
Líneas tirantes: tensión.
Líneas rotas, desconectadas o esbozadas: ansiedad, timidez, falta de confianza en sí mismo. Enfermedad orgánica. Tendencias psicóticas. Dispersión.
Líneas rectas: fuerza, vitalidad, razonador, frialdad, lógica, capacidad de análisis.
Líneas con ondulaciones o temblores: tensión, ansiedad. Angustia, adicción. Persona de avanzada edad. Líneas con ganchos, ángulos o picos: agresividad, impaciencia, vitalidad, independencia. Dureza, tenacidad, obstinación.
Líneas con ángulos muy agudos: excesiva reacción emocional, hiperemotivo.
Líneas en zig-zag: imposibilidad de controlar impulsos. Descontrolado. Agresividad violenta.
Líneas pegadas al papel (sin levantar el lápiz) y formando puntas: rasgo epileptoide.
Líneas circulares con adornos: Narcisismo.
Líneas curvas que se rectangularizan: no se permiten emociones, bloqueo afectivo, supresión de afectos.

Presión débil: cuando el trazo es ejecutado con velocidad y simplificación representa rapidez mental, originalidad, agilidad, intuición, hipersensibilidad, poco contraste, creativo, vehemente. Si por el contrario es ejecutado con lentitud representa ansiedad, timidez, ocultamiento, falta de sinceridad, desubicación, rasgos depresivos.
Presión fuerte: fuerza física, energía vital, seguridad, extraversión, agresión, liderazgo. Sensualidad.
Presión muy fuerte: agresividad.
Presión normal: equilibrio, constancia, armonía.

Tiempo:

Dificultad para comenzar el dibujo: excusas, disculpas, dificultades para comenzar tareas nuevas o tomar decisiones.
Dificultad para terminar y entregar el dibujo: dependencia, superficialidad.
Momentos de quietud: lagunas, bloqueos.
Ejecución lenta: pobreza intelectual, falta de imaginación.
Ejecución rápida: agilidad, excitabilidad. Ejecución precipitada: descuido, hipersensibilidad.
Velocidad normal: espontaneidad y continuidad.

Secuencia:

Proporciona el grado de orientación en el espacio, cómo resuelve conflictos y cómo organiza su vida. Por ejemplo: comenzar por los pies y a partir de ahí armar el dibujo, indica perturbación del pensamiento, no toma el camino adecuado para la resolución del problema. Comenzar por el paraguas, indica excesiva defensa y control. Lo esperable es que comience por la cabeza, continúe por el cuerpo y concluya con el paraguas y la lluvia.

Movimiento:

La rigidez indica que percibe el entorno como una amenaza, inadaptación, temor, falta de libertad.
Cuando el dibujo presenta mucha actividad exceso de fantasía.
La posición de caminar (izquierda o derecha) se interpreta según hacia dónde se dirige.
Realizando una acción concreta (deporte o cualquier otra) se interpreta como persona eufórica y energética. Si la figura aparece exhibiéndose indica narcisismo.

Sombreados:

Ansiedad por el cuerpo según la zona que señalen. Mecanismos de defensa.

Orientación de la figura:

Hacia la derecha indica avance hacia el futuro, buena relación con el padre o la autoridad.
Hacia la izquierda retroceso al pasado. Conflictos del pasado sin resolver. Quizá conflictos con la madre.
Hacia el frente indica una buena disposición para afrontar la vida.
Cuando la orientación es dubitativa indica falta de decisión y obsesiones.
Cuando la figura está de perfil, indica evasión.
Si está de espaldas, ocultamiento, depresión, deseo de no ser controlado y de pasar inadvertido.
La figura vista desde arriba indica sentimiento de superioridad, persona que juzga.
Cuando la figura está como vista desde lejos indica sentimientos de inferioridad, complejos.
La figura inclinada indica inestabilidad. Si está inconclusa desgana, apatía y depresión.

Posturas:

La figura sentada indica tranquilidad y diplomacia, pero también falta de pasión y represión.
La figura acostada muestra escasa vitalidad y falta de esperanza.
La figura arrodillada sumisión, masoquismo y resignación.

Detalles y accesorios:

La escasez de detalles implica sensación de vacío, depresión.
Detalles excesivos se observan en sujetos maníacos y obsesivos-compulsivos.
Detalles minuciosos en los controladores y obsesivos.
Ejecución demasiado perfecta del dibujo, indica temor a desorganizarse.
Una rica fantasía tiende a agregar detalles, tales como árboles, casa, paisaje, etc.
Las personas depresivas se caracterizan por la escasez de detalles y, a veces, por no completar el dibujo.

Gafas: en la persona que no las usa habitualmente, indica ocultamiento, curiosidad sexual, y voyeurismo.
Bastón o pipa: fantasías sexuales.

El dibujo de varias figuras muestra necesidad de apoyo.
Cuando la figura está cerrada entre líneas indica bloqueos y rasgos obsesivos.
En líneas generales, los objetos inanimados y adornos significan obstáculos. Debe analizarse la ubicación de los mismos.

El paisaje:

Las nubes a veces representan figuras parentales. Presión o amenaza. Pueden mostrar tendencias autoagresivas.
Los rayos también significan presiones.
Los charcos de agua representan acontecimientos traumáticos ocurridos en los primeros años de vida. Sufrimiento.
El sol o la luna representan autoridad y control.
Los animales acompañando a la figura simbolizan dependencia, necesidad de protección y sentimiento de soledad.
Los árboles, plantas y flores pueden suponer obstáculos.

La lluvia:

Representa la hostilidad del medio al que debe enfrentarse el sujeto. Por ello, cuando la lluvia es torrencial, simboliza situaciones muy estresantes, de agobio. Sin embargo, si la lluvia es escasa, el individuo se siente preparado para afrontar la presión ambiental.
La lluvia representada en forma de gotas como lágrimas indica angustia.
Cuando no aparece la lluvia puede tratarse de un individuo manipulador, que tergiversa los conflictos y tiene tendencia a negarlos.
Cuando la lluvia aparece en un solo lugar se debe analizar el lugar donde la sitúa.

El paraguas:

El paraguas es el instrumento del que se sirve el sujeto para defenderse de las agresiones del entorno.
Así, la ausencia de este elemento viene a significar falta de defensas, implica que es una persona que se defiende con su cuerpo, que "apechuga", que se expone y corre riesgos.
Un paraguas que cubre adecuadamente a la persona indica defensas sanas, sentimiento de adecuación, confianza en sí mismo, seguridad.
Cuando el paraguas es excesivamente grande en relación a la figura simboliza un exceso de defensa. Por el contrario, cuando es paraguas es demasiado pequeño, la persona queda expuesta a las presiones. Ambas representaciones son señal de conflicto en las relaciones interpersonales o con la autoridad.
El paraguas hacia la derecha puede indicar temor a lo social, al padre o a la autoridad.
El paraguas hacia la izquierda es una defensa hacia la figura materna o un intento de control de los impulsos infantiles.
El paraguas cubriendo media cabeza indica retraimiento, escape, ocultamiento, recorte de la percepción.
El paraguas “volando” indica preocupaciones.
Un paraguas cerrado resignación y falta de fuerzas. Si además de cerrado está en el suelo, significa una falta de energía casi total, e incluso una enfermedad terminal.
Cuando el paraguas y las nubes están como “fusionados” indica contaminación e ideas confusas. Lo mismo si el paraguas aparece como sombrero.
Un paraguas con agujeros indica enfermedades. Lo mismo si el paraguas tiene dibujos.
El paraguas tipo “lanza” significa agresividad.
Si se remarcan mucho las varillas puede indicar tendencia a la mentira.
Si en vez de paraguas se dibujan aleros o techos puede ser que el sujeto tenga una actitud dependiente, que busca que otros solucionen sus problemas.
Cuando la figura aparece detrás de una ventana o dentro de una caverna significa falta de compromiso, dependencia materna o pasividad.

Vestimenta:

Bolsillos: sentimiento de culpa, conflicto interior.
Botones: inmadurez, dependencia, carácter obsesivo, preocupación por lo social, preocupación somática. Un solo botón: apego al vínculo materno.
Botas: Sobre comprensión, reafirmación de las decisiones.
Detalles de la ropa sin terminar: sentimientos de inadecuación.
Corbatas: signo sexual. Debilidad.
Zapatos: muy marcados, conflicto sexual. Con cordones: impulsos sexuales. Frecuente en adolescentes. Cuando son puntiagudos indican agresión.

El cuerpo:

La cabeza: debe ser lo primero que se dibuje. Es la localización del yo. Centro de todos los estímulos. Poder intelectual, poder social o dominio.
Si dibuja en primer término las piernas y los pies, indica desaliento, depresión.
Cuando sólo se dibuja la cabeza es señal de disociación cuerpo-mente.
Una cabeza demasiado grande indica deseo de poder, vanidad, narcisismo, autoexigencia, dificultades para el aprendizaje. También perseveración en las ideas.

La cara: es el contacto social, lo que se muestra.
Sin dibujo de rasgos: desconocimiento de sí mismo, problemas de identidad.
Los ojos: sin pupilas indican inmadurez emocional, egocentrismo. Negación de sí mismo o del mundo. Dependencia materna. Vaciedad.
Cuando los ojos son muy marcados: rasgos paranoides.
Los ojos bizcos pueden significar rebeldía, hostilidad hacia los demás.
Ojos cerrados: narcisismo.
Ojos como puntos: inseguridad.
Ojos en “V”: agresión.

Las cejas: muy marcadas indican agresividad. Igualmente ocurre con otros rasgos como la nariz.

La boca: una sola línea recta puede indicar tendencias verbales agresivas.
Si la línea es cóncava significa pasividad y complacencia.
La línea convexa indica amargura.
La boca abierta: dificultades.
Los labios muy marcados significan dependencia, y los labios pintados femineidad.
Si aparecen dientes son síntoma de agresividad y conflictos sexuales.

Orejas importantes: preocupación por críticas y opiniones de otros. Puede reflejar deficiencia en la audición, alucinaciones auditivas.

El cuello es la parte del cuerpo que coordina lo que se siente -cuerpo- con lo que se piensa -cabeza-. Puede dar sensación de comodidad y confianza.
Cuando el cuello es estrecho indica depresión.
Si es grueso sensación de inmovilidad.
Un cuello largo arrogancia y desarmonía.

La representación de cabello en la figura indica potencia sexual, vitalidad. Signo de virilidad, de apasionamiento y seducción.
Cuando el cabello está “de punta” indica agresividad.

En cuanto a la forma del cuerpo de la figura:
El cuerpo cuadrado indica primitivismo y debilidad mental.
Si es estrecho disconformidad y conflicto con el propio esquema corporal. En algunos casos, astigmatismo.
El dibujo del cuerpo “con palotes” es un signo de evasión. También falta de compromiso y no darse a conocer.
Hombros anchos: fachada de seguridad, sobre compensación de sentimientos de inseguridad o inadaptación. Carácter dominante, autoritario.

Asimetría de extremidades: impulsividad, coordinación pobre. Falta de equilibrio.
Los brazos largos indican ambición.
Los brazos cortos o inexistentes pueden indicar retracción de la libido o tendencia al hurto. También esquizofrenia y depresión.
Los brazos pegados al cuerpo indican dificultad para contactar. Reserva, retraimiento, control excesivo sobre los impulsos. Falta de adaptación.

Las manos ocultas o inexistentes significan evasión ante los problemas.
Si están enguantadas son un indicador de control. Frecuente en adolescentes. Disimulo.

Los pies son un símbolo sexual. Cuando no se dibujan puede indicar desaliento, abatimiento, falta de ilusión. Tristeza, resignación. Es el que "no llega nunca". Falta de confianza en sí mismo. Inseguridad.

Las piernas largas indican independencia y autonomía.
Las piernas rechonchas sentimientos de inmovilidad.

Dibujar una doble línea de apoyo bajo los pies es un signo de obsesividad. Puede simbolizar algún acontecimiento ocurrido en la infancia que quedó marcado. Exagerada necesidad de apoyo.

Y por último, cuando la figura es alta y esbelta indica deseo de sobresalir, de mejorar. Orgullo, vanidad, soberbia. Y cuando la figura presenta mucha musculatura indica narcisismo.




Bueno, espero que esta entrada no haya resultado aburrida. Mi intención es proponerla como juego intrascendente, teniendo en cuenta que los verdaderos especialistas, psicólogos y psiquiatras, son los que están capacitados para valorar este tipo de cosas que al resto de los mortales nos dejan perplejos e inquietos, sobre todo cuando estamos aspirando a un puesto de trabajo o a algo que es importante para nosotros.

Imágenes I

Estas son imágenes que he ido encontrando en internet y que me han gustado especialmente por diferentes motivos. Supongo que ya habrás visto algunas, y espero que otras te sorprendan. No quiero infringir ningún copyright, pero con esta cabeza de chorlito que me adorna los hombros, no recuerdo de dónde las he recogido. Si hay alguien que se siente molesto no tiene más que decirlo. En todo caso Perdón y GRACIAS.



La cara preciosa y dulce de una niña con Síndrome de Down



Un beso...



Este saludo me produce una especial ternura




Y esta pareja también



Mamá oso



El rey león



cien mil pingüinos...


 

...y una foca (no es un truco, las focas son así de sociables)



¡Hola vecino!








Y mientras unos se esconden (atención: lechuza camuflada)....




...otros se asoman



¡choca esos cinco!




La sombrilla


 


El rebelde



Una risa contagiosa



El OVNI


 


Y otro OVNI en un cuadro del Renacimiento (Lippi)





La lección


 


Fomento de la cultura



Pillaje




La Flor




La trompeta del Apocalipsis




Dame la mano...




El verdadero Cheewaaka (¿se escribe así?)



La inteligencia




Una sonrisa en el cielo




Un paseo por las nubes


Sólos.

Siempre he pensado que no sería capaz de entrar a un concurso tipo “Gran Hermano” por la sensación de aislamiento y de “micro mundo” que se debe sentir.

Hoy pensaba que es un poco paradójico que sea yo, precisamente la que piensa esto. Yo que algunas veces sufro de agorafobia y me encierro en casa sin querer saber nada del mundo exterior. Yo, que después de días sin pisar, no ya la calle, sino ni siquiera mi propia terraza, voy corriendo al supermercado a comprar comida o aquello que garantice un mínimo de supervivencia haciendo un esfuerzo supremo. Yo, que hablo durante horas con mis gatas por carecer de un interlocutor humano. Yo que me pongo de mal humor cuando suena el timbre de la puerta.

Soledad y aislamiento. Voluntario o no. ¿Miedo?...esa es la cuestión.

En unas islas del Índico, más o menos cerca de India, viven los que dicen que son los seres humanos mas aislados del planeta. Las islas se llaman Andamán, y la tribu los Sentineleses (o Centineleses).

Es probable que el nombre de estas islas provenga del Malayo Handuman, o Hanuman, que significaba “Dios mono”.

El archipiélago está compuesto por 204 islas, algunas diminutas y otras un poco más grandes.

El caso es que los Sentineleses son los habitantes de Sentinel del Norte que es una de las islas pequeñas, de 72 km² y unos 8 Km. de ancho.

La isla está completamente cubierta por una densa jungla y sin ningún puerto natural. La barrera natural de arrecifes de coral que la rodea hace muy difícil la navegación.

En el siglo XIII, Marco Polo, dijo de ellos: “Si un extranjero llega a sus tierras lo matan inmediatamente y acto seguido se lo comen”. Y también dijo que eran antropófagos con "cara de perro".

Me imagino que el gran descubridor no se miraba mucho al espejo. Por otra parte, se sabe que no visitó las islas, con lo cual escribió estas desagradables cosas “de oídas”.


En cuanto a su clasificación étnica (hay que ver qué manía tenemos con clasificar), pertenecen al grupo de los llamados Negritos. Esto de Negritos es un término acuñado por los españoles, para referirse a aquellos pueblos del Sudeste Asiático que provenían de África y que, obviamente, eran negros. Y también pequeñitos de estatura (como los Pigmeos). (Negro + Pequeñito = Negrito). (Y se quedan tan anchos).

Como es un término que no gusta excesivamente, en un momento se pensó en cambiarlo por el de Asiáticos Negros, pero como había que incluir en el grupo a otros pueblos que ya tenían su nombre clasificatorio, como los Melanesios (que estaban contentos con su denominación) y además se le daba más importancia al color de su piel que a sus diferencias genéticas, pues se han quedado con lo de Negritos hasta que ellos mismos decidan otra denominación (esto dicho por sesudos antropólogos). (En otra ocasión escribiré sobre estos “interesantes” razonamientos antropológicos, pero ahora no es el tema)

Bueno, el caso es que a ellos tanto les da cómo se les llame, porque pasan del mundo y no desean ni consienten el contacto con la “civilización”.


Esta tribu sobrevive como cazadores-recolectores. Se calcula que deben ser unos 250 (los que les han visto de lejos insisten en que más de 40 y menos de 500).


Cuando pasó lo del Tsunami, en Diciembre de 2004, los Sentineleses, al ver que el mar retrocedía, se adentraron en su isla para ponerse a salvo. Se sabe que muchos de ellos murieron, pero también que unos cuantos consiguieron sobrevivir. (Algunas fuentes sin contrastar dicen que quedan alrededor de 50 individuos/as).

Su fama de ariscos y mala leche está plenamente comprobada. Se han resistido al contacto con el resto de la humanidad durante más de 60.000 años, que es cuando se calcula que viajaron desde África y ocuparon su isla automarginándose del mundo.

Cuando un helicóptero sobrevuela su isla, le disparan flechas. Una de las peores amenazas para ellos, son los pescadores furtivos de langostas que se acercan a su isla.

En 2006 mataron a dos de estos pescadores que se habían acercado demasiado buscando cangrejos. Por lo visto, los pescadores echaron el ancla cerca de la isla y mientras esperaban a ver si caía algún cangrejo se pusieron morados de beber vino de palma. Luego se quedaron dormidos y la corriente les arrastró con su barca a la mismísima orilla.

Cuando el helicóptero que les buscaba sobrevoló la isla, tomó estas fotos.


Contradiciendo a Marco Polo, no se los comieron. Les echaron un poco de arena de la playa por encima y los dejaron ahí, semienterrados.

Al principio las autoridades de la India pensaron esperar un tiempo y aparecer por sorpresa para recuperar los cuerpos de los pescadores, pero después, me parece que con buen criterio, decidieron dejar las cosas como estaban.

La otra amenaza, es la enorme sensibilidad a enfermedades que nosotros consideramos leves pero que a ellos, que no han tenido contacto jamás con ellas, les pueden matar.

Durante los años 80 y 90 se produjeron algunos incidentes violentos entre los nativos y guías turísticos desaprensivos, que pretendían organizar excursiones guiadas a la isla. Las autoridades indias realizaron algunas “visitas amistosas”, en las que un barco se acercaba a la orilla y arrojaba cocos. La mayoría de las veces, los sentineleses se limitaron a disparar sus flechas contra el barco; sólo en contadas ocasiones aceptaron el regalo. (En estas fotos aparece un Sentineles haciendo un bonito gesto de agradecimiento mientras su mujer recoje el coco con cara de pocos amigos).


Aquí os pongo uno de los escasísimos videos en el que se les ve sonrientes, cogiendo los cocos, como si pensaran eso de “dame pan y llámame perro” o aplicado a ellos “dame cocos y llámame Negrito”.




Los sentineleses van desnudos, excepto por un elegante cinturón de fibra vegetal (los hombres) y un mínimo taparrabos (las mujeres).

Las otras tribus de las isla Andaman que han mantenido contacto con el exterior han acabado bastante mal: diezmados por las enfermedades, aculturados, alcoholizados y malviviendo (en reservas) de los alimentos que les proporciona el gobierno indio. Su futuro es francamente incierto. (Esta es una foto de los primeros Adamaneses descubiertos y obligados a civilizarse).


Como decía, son muy escasas las ocasiones en las que se han dejado filmar o fotografiar. El gobierno de la India, que es quien oficialmente administra esta isla, ha mostrado su intención de no interferir con su estilo de vida y dejarles en paz.

No sé si esta decisión será firme durante mucho tiempo más, o si acabarán por caer en la perversa tentación de utilizarles con fines turísticos disfrazados de estudios antropológicos. Porque así ha sido la historia desde que el mundo es mundo.

Y yo, que en cierta manera me identifico con ellos, temo.

Un último video (¿No os parece que la narradora es la cantante Ana Belén?)




El Hombre de Pekín

Hace tiempo leyendo un libro de Amy Tan (creo que era “La hija del curandero” y lo recomiendo con entusiasmo) encontré un fragmento de historia que me resultó muy interesante y cómico a la vez. No lo he olvidado, y ayer escuché algo relativo a este tema que me ha devuelto el interés y las ganas de saber más.

La anciana LuLing, protagonista de la novela, relata su infancia y juventud en una aldea cercana a Pekín a la que llama “Corazón inmortal”, y entre sus recuerdos, explica como, desde tiempos ancestrales, sus antepasados se adentraban en una cueva cercana para extraer un mágico ingrediente: huesos de dragón, animal mítico y sagrado por excelencia en la cultura oriental.

Mediante técnicas artesanales lo molían y convertían en polvo, mezclándolo después con otros ingredientes según el uso que quisieran darle.

Eran los años 20, y el hueso de dragón no sólo se utilizaba desde siempre para elaborar recetas medicinales con las que curar diversos males (como el paludismo), sino que también era el ingrediente fundamental para fabricar tinta. Esa tinta china tan apreciada en el mundo entero por sus cualidades de perdurabilidad, viscosidad y secado rápido.

Relata también cómo en un determinado momento llegaron a su pueblo unos investigadores extranjeros interesados en los huesos de dragón, cómo consiguieron sobornar a algunos habitantes de la aldea para que les mostraran el emplazamiento exacto de tan original ingrediente, y cómo cerraron posteriormente la cueva y prohibieron terminantemente a los lugareños acercarse.

Los huesos de Dragón no eran otra cosa que los restos del Hombre de Pekín, restos del Homo Erectus, el primer eslabón perdido que justificaba la teoría de la evolución.

Después, empezó la guerra con Japón. Y los restos del Hombre de Pekín desaparecieron para siempre y sin dejar rastro.

Buscando y rebuscando, encuentro la historia más o menos completa de este curioso hallazgo.

El descubrimiento.

La localidad llamada “Corazón inmortal” no es otra que Zhoukoudian, situada a 42 Km. al suroeste de Pekín. Y allí se encuentra la colina Longgu (Hueso de Dragón) y las cuevas a las que se refiere Amy Tan.

Durante años, los habitantes de la zona vendían a los extranjeros toda suerte de dientes de aspecto extraño o antiguo, pretendiendo que eran dientes de dragón, que curaban todo tipo de enfermedades y daban buena suerte a su portador.

En 1921, uno de esos dientes fue a parar, por puro azar, a las manos de un científico sueco llamado Johan Gunnar Andersson, quien, al observarlo, lo reconoció como perteneciente a un mamífero extinto.

Convenció a uno de los habitantes para que le llevara a lo que hoy en día se conoce como la “Colina del Hueso del Dragón”, y encontró unas cuevas llenas de huesos fosilizados. Empezaron a excavar y se dieron cuenta de que muchos de los restos que hallaban no eran otra cosa que molares humanos.

No fue hasta 1926 cuando se llevó los huesos a la Facultad de Medicina de Pekín, donde un anatomista llamado Davidson Black los analizó. (Gunnar Andersson era geólogo y buscó en Black la confirmación de que aquello que encontró era realmente humano).

Davidson Black era canadiense y profesor de anatomía. Desde su juventud, estaba interesado en la evolución humana.

En 1919, al licenciarse en el cuerpo médico del ejército canadiense, aceptó un puesto de catedrático en el Union Medical College de Pekín, encantado de su suerte, porque en esa época se pensaba que la clave del origen del hombre estaba en Asia. En 1924 fue nombrado Director del Departamento de Anatomía.

Y en ese año de 1926, el geólogo sueco y el anatomista canadiense publicaron su descubrimiento en la revista Nature y denominaron los restos encontrados como Sinanthropus pekinensis (Hombre chino de Pekín).


Con el fin de continuar con las excavaciones en el lugar y encontrar más fósiles humanos, Davidson Black buscó financiación en Occidente. A pesar de la inestable situación política y de que muchos occidentales abandonaban China en aquellos turbulentos momentos, recibió una generosa subvención de la Fundación Rockefeller que le permitió iniciar las excavaciones en 1927.

Logró reunir un equipo internacional formado por científicos procedentes de seis países diferentes. Poco después de iniciarse los trabajos se encontró un nuevo diente, perteneciente a un niño de 8 años, que venía a confirmar la autenticidad de los hallados anteriormente.

Sin embargo, basaba su tesis en muy pocos hallazgos materiales, por lo que muchos investigadores se mostraron escépticos sobre la existencia de una nueva especie. Para convencer a la comunidad internacional realizó un viaje por las principales ciudades europeas.

En 1928 se encontró media mandíbula inferior con tres dientes, y en 1929, por fin, un cráneo. Ese mismo año encontró el segundo cráneo.


Hacia 1929, los arqueólogos chinos Yang Zhongjian y Pei Wenzhong, y posteriormente Jia Lanpo, se hicieron cargo de la excavación (y a ellos se les atribuye el mérito del hallazgo por parte de las autoridades chinas).

Durante los siguientes siete años desenterraron fósiles de más de cuarenta especimenes de adultos, jóvenes y niños, incluyendo seis bóvedas craneanas casi completas. Se cree que el lugar era un sitio de enterramiento.

Así pues, el hombre de Pekín no hacía referencia a un solo individuo, sino al conjunto de fósiles humanos hallado en las cuevas de Zhoukoudian.

En 1930 Black volvió a viajar a Europa donde tuvo una mejor acogida que en el viaje anterior. Estos hallazgos confirmaron que el hombre de Pekín era un homínido pre-humano, y Black consiguió nuevos fondos de la Fundación Rockefeller, con los que pudo fundar el Laboratorio de Investigación del Cenozoico para continuar las excavaciones.
En 1932, Black fue elegido miembro de la Royal Society de Londres. También llegó a ser director del Instituto Geológico de China.

Gracias a sus estudios descubrió que sus fósiles eran muy parecidos a los del hombre de Java encontrados por Eugène Dubois, lo que confirmaba que el Hombre de Pekín era un homínido pre-humano.

Todas las piezas de los cráneos estaban rotas en pequeños fragmentos y no se encontró ninguna extremidad. A todos los cráneos les faltaba la superficie inferior de la caja craneana, lo que fue explicado por Black y algunos investigadores con la teoría de que el Hombre de Pekín era caníbal y se alimentaba de los sesos de su congéneres fallecidos.

Posteriormente se demostró que el Hombre de Pekín pertenecía a la especie Homo erectus. Los restos hallados databan de entre 500.000 y 250.000 años. En el momento de su descubrimiento fue considerado el primer "eslabón perdido" que justificaba la teoría de la evolución.

A diferencia de la mayoría de los occidentales de su época, Black opinaba que los fósiles descubiertos en China debían quedarse en China; siempre trató a sus colegas chinos como iguales, y supo ganarse su respeto.

Davidson Black murió en 1934 de un paro cardiaco mientras estaba trabajando solo de noche en su oficina. Llevó su pasión al límite de sus fuerzas.

Las excavaciones terminaron en julio de 1937, cuando los japoneses ocuparon Pekín durante la guerra. Los fósiles fueron puestos a salvo en el Laboratorio del Cenozoico de la Facultad de Medicina.

La desaparición.

Como los acuerdos firmados entre China y la Fundación Rockefeller prohibían que los fósiles fueran sacados del país, en julio de 1941 se llevan a Estados Unidos únicamente las fotos, los croquis y los moldes de los restos del Hombre de Pekín.

Pero en noviembre de 1941, el gobierno nacionalista de Hu Chengzi decidió finalmente enviar, tanto los fósiles del Hombre de Pekín como otros encontrados posteriormente, a Estados Unidos para protegerlos de la invasión japonesa.

Su secretaria y un ayudante chino embalaron los restos en dos cajas y las almacenaron en las dependencias de la Universidad.

En Diciembre del mismo año, la marina norteamericana se hace cargo del importante cargamento y lo traslada a un campamento a 200 Km. de allí, en la ciudad portuaria de Qinghuangdao .

La valiosa carga debía ser embarcada en un trasatlántico. Pero el 7 de Diciembre, día del ataque a Pearl Harbor, los japoneses rodean el campamento, obligan a los marines a rendirse y las cajas desaparecen.

Otras conjeturas sobre lo que ocurrió realmente con los huesos, incluyen la teoría de que se hundieron en el Awa Maru (barco japonés hundido “por error” por un submarino norteamericano y sobre cuya carga existen discrepancias).

La pérdida, ya de por sí desastrosa, hubiera sido del todo irremediable para los paleontólogos si no se hubiesen encontrado, por suerte, otros fósiles del mismo tipo en 1971, en la provincia de Guizhou, y en 1976 en la de Hebei.

Durante muchos años se intentó encontrar los huesos de 1921, pero sin resultado.

En 1972, el financiero estadounidense Christopher Janus, apoyado por Henry Kissinger, quien era entonces consejero personal del presidente Nixon, prometió una recompensa de 5.000 dólares a cambio de los cráneos perdidos o cualquier información “seria” sobre el asunto. Una mujer contactó con él pidiendo 500.000 dólares, pero no se volvió a saber más de ella.

En julio de 2005, coincidiendo con el sexagésimo aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno chino estableció una comisión encargada de encontrar los fósiles.

Y hasta hoy. Nunca se ha vuelto a saber nada del Hombre de Pekín, original y misterioso tanto por su hallazgo como por su desaparición.

¿Cómo era el hombre de Pekín?

El primer lugar de las excavaciones del Hombre de Pekín, en la colina Longgu, es una cueva calcárea.

Tras medio siglo de excavaciones, el foso supera los 40 m de profundidad, en 17 capas. El Hombre de Pekín se hallaba entre la tercera y la décimo primera, donde se exhumaron 6 cráneos, 15 maxilares inferiores, 150 dientes y fragmentos de huesos de las extremidades. Se puede determinar, por ello, que el Hombre de Pekín vivió hace entre 70 mil y 23 mil años.

Debido a la desaparición de los restos fósiles, los investigadores posteriores sólo han podido contar con los moldes y los escritos hechos por los descubridores y enviados a Estados Unidos en 1941.


Así, se sabe que su capacidad craneana llegaba a los 1075 cc, un 80% respecto de la de Homo Sapiens, y que en realidad se trataba de un cazador recolector.

Los fósiles hallados y posteriormente perdidos de más de 40 especimenes, explican que el Hombre de Pekín era de estatura pequeña, con las cuatro extremidades y el cuerpo muy parecidos a los del hombre actual. Podía erguirse y caminar. Sólo que su capacidad cerebral era dos tercios la del hombre contemporáneo. Las características de su cara son: cráneo achatado, frontal inclinado hacia atrás, prominentes arcadas de las cejas, nariz saliente y mentón reducido.

El descubrimiento de restos animales junto a los huesos y la evidencia del uso de fuego, para combatir el frío y para cocinar los alimentos, y de herramientas de hueso y madera, fabricadas con otras de piedra, sirvió para apoyar la teoría de que el Homo erectus fue la primera especie faber (hombre que hace o fabrica).

Los análisis llevaron a la conclusión de que los fósiles de Zhoukoudian y Java pertenecen a la misma etapa de la evolución humana. Este es también el punto de vista oficial del Partido Comunista de China.



Sin embargo, y a falta de los restos originales, desaparecidos tan misteriosamente, las interpretaciones han sido variadas y polémicas: en 1985 Lewis Binford, arqueólogo estadounidense y representante de la llamada Nueva Arqueología, afirmó que el hombre de Pekín no era cazador, sino carroñero. En 1998, el equipo de Steve Weirner en el Instituto Científico Weizmann llegó a la conclusión de que no hay evidencia de que el hombre de Pekín usara el fuego.

El caso es que las cuevas de Zhoukoudian fueron declaradas oficialmente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1987.

Existe en Zhoukoudian el llamado “Museo de las Reliquias”, que se comenzó a construir en 1953, y en total abarca una superficie de 1.000 metros cuadrados. En este Museo se muestra la vida, el medio ambiente y las condiciones del hombre de Pekín, que existió hace 600.000 años, el hombre de Xindong, de hace 100.000 años y que se encontró posteriormente en el mismo yacimiento, y el hombre de las cavernas superior, de 18.000 años atrás.

En 2010, la Junta de Castilla y León firma en Shangai un acuerdo de coordinación y colaboración y un hermanamiento estable y duradero entre el Museo de la Evolución Humana de Burgos (Atapuerca como origen de los primeros homínidos europeos) y el Museo de Zhoukoudian en Beijing (Zhoukoudian como origen de los primeros homínidos asiáticos), así como entre las instituciones científicas relacionadas con ambos Museos.






Y hasta aqui llega por ahora la historia del Hombre de Pekín. Espero que te haya interesado tánto como a mi y que puedas ver la ironía del destino: como el ser humano es capaz de la mayor curiosidad y ansia de conocimiento y como puede perderlo todo por su avaricia y belicosidad.

Y también, porqué no, ¡hay que ver los chinos como le sacan partido a todo lo que se encuentran! ¡aunque sean pre-hominidos de 600.000 años de antiguedad! (no quiero saber lo que son realmente los nidos de golondrina que usan para casi todo....)