Veo en las noticias de la tele y leo en varios periódicos que Corea del Norte ha anunciado que va a detener su programa nuclear a cambio de ayuda humanitaria.
Han acordado con la Casa Blanca “una moratoria de sus pruebas atómicas, del lanzamiento de misiles de largo alcance y de su programa de uranio enriquecido en las instalaciones de Yongbyon, donde permitirá la vuelta de los inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) para que supervisen el proceso mientras continúa el diálogo”.
“Por su parte, Estados Unidos se compromete a entregar 240.000 toneladas de ayuda humanitaria, principalmente comida, para mitigar la grave escasez reinante en Corea del Norte, que aún no se ha repuesto de la “Gran Hambruna” que pudo haberse cobrado hasta dos millones de vidas – 300.000 según la versión oficial – a mediados de los años 90.” ABC Digital – actualidad – Pablo M. Díez
Y pienso, que cuando las cosas se presentan así “oficialmente”, lo que hay detrás debe ser de un horror insuperable. Y pienso que desde 1972, se podía haber hecho algo al respecto. Encuentro estas fotos en Internet y (literalmente) se me cae el alma a los pies:
Ese bracito de la niña, y esa mirada perdida, se me han quedado grabadas a fuego como la peor pesadilla. Esto es lo que hace que a veces me averguenze de ser humana. Y no digamos estas otras:
Y recojo lo que queda de mi alma y sigo leyendo:
“En la actualidad, un tercio de los niños de Corea del Norte padecen graves problemas de desnutrición debido a que el régimen genocida que lleva las riendas del país ha reducido drásticamente la cantidad de alimentos que proporciona a sus ciudadanos con los cupones de racionamiento, que han pasado de aportar 1.400 calorías diarias a tan sólo 700 (lo recomendable es ingerir entre 2.000 y 2.500 calorías cada jornada). Abadía Digital
Desde mediados de los años 90, los episodios de hambruna han ido minando a la población. El más grave de ellos tuvo lugar entre 1995 y 1999, cuando una serie de inundaciones inutilizaron el 40% de las extensiones de cultivo, lo que unido al precario sistema agrícola y al aislamiento del exterior condujeron a un desabastecimiento general de alimentos de primera necesidad, lo que se tradujo en una catástrofe humanitaria en la que entre 900.000 y 3,5 millones de personas murieron víctimas de la inanición.
El 60% de los niños que lograron sobrevivir experimentaron problemas de crecimiento debido a la desnutrición a la que debieron hacer frente, una circunstancia horrible que ha lastrado a toda una generación de jóvenes que ahora tienen entre 20 y 30 años.
En Corea del Norte la gente se muere, literalmente, de hambre. Las principales víctimas de la hambruna son los ancianos, las mujeres y los niños.
En 2004 tuvo un déficit alimentario de casi un millón de toneladas, lo que significa que seis millones y medio de norcoreanos pasaron hambre a lo largo del año, es decir, el 30% de la población total.
Se calcula, que unos dos millones de personas murieron de hambre entre 2000 y 2010, y cientos de miles de niños sufren desnutrición crónica. Otros muchos han sido fusilados. La gente desesperada roba comida en la calle, y a los que son capturados les fusilan en público, llevando a niños a presenciar las ejecuciones.
Algunos norcoreanos han podido huir a China, cayendo, muchas mujeres y niñas, en las redes de prostitución y tráfico de personas que operan en la frontera entre ambos países. Otros, capturados, son devueltos a Corea, apresados y torturados hasta la muerte durante los interrogatorios.
Desde hace muchos años, las ONGs internacionales han intentado colaborar, pero el gobierno norcoreano les ha prohibido entrar a sus territorios.
El fin del gobierno norcoreano es mantener el régimen cueste lo que cueste, muera quien muera. Según ellos, la hambruna se debe al embargo monetario por parte de Estados Unidos.
Y mientras la gente muere de hambre, el gobierno se preocupa, sobretodo, por la carrera nuclear y por equipar al ejército con armas de destrucción masiva.
Los estadounidenses firmaron un trato con los norcoreanos para que éstos no produjeran plutonio. A cambio se les dio alimento y ayuda económica. Pocos meses más tarde Corea del Norte lanzaba un misil contra el Océano Pacífico, y posteriormente otro contra el mar de Tushima, entre China y Corea del Sur. En Corea del Norte viven y mueren cerca de 22 millones de personas. Y el mundo entero ha sido y es, testigo (casi) silencioso de todo lo ocurrido.
Así es la historia:
En 1972 accedió a la presidencia de Corea del Norte Kim Il Sung, nacido en 1912 y uno de los mayores déspotas de la segunda mitad del siglo XX.
La dictadura comunista de Corea del Norte fue subvencionada por el Kremlin desde sus inicios, y sólo eso era lo que la mantenía en píe, lo que mantenía a sus ciudadanos con vida.
Cuando el comunismo en Rusia cayó, Corea del Norte se quedó sin ingresos y comenzó lo que hasta hoy ha sido un desvarío constante contra todos los derechos humanos, incluso el de la supervivencia de la población.
Murió el 8 de Julio de 1994, de un ataque al corazón, y le sucedió inmediatamente su hijo, un psicópata paranoico llamado Kim Jong Il.
Dotó a su ejército con ocho bombas atómicas gracias a sus programas de plutonio y uranio enriquecido.
En Octubre de 2006 llevó a cabo su primer ensayo nuclear y, en Mayo de 2009, el segundo, que utilizó como ases en la manga en las conversaciones a seis bandas de Pekín.
Aisló Corea del Norte del exterior, haciendo una excepción con limitadas transacciones económicas con China, Rusia, Vietnam y Cuba.
Se eliminó la libertad de circulación. Los norcoreanos no se pueden desplazar ni dentro, ni mucho menos fuera del país. El estado asignaría las zonas de paso y las viviendas. El mayor número de ejecuciones públicas tuvo lugar entre 1996 y 1998, los años de mayor hambruna. La gente robaba infraestructuras sociales, como los tendidos eléctricos y los cables de cobre, y las vendía.
En Abril de 2011 una comisión formada por la primera ministra de Irlanda Mary Robinson, el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, el expresidente de Finlandia Martti Ahtisaari y la exdirectora general de la Organización Mundial de la Salud Gro Harlem Brundtland, visitó el estado-prisión norcoreano para abordar su espinoso programa nuclear y ver con sus propios ojos la dantesca situación que vivía la población. Sólo sirvió para confirmarla.
La Agencia Reuters publicó lo siguiente:
“…Nadie disfruta de bienes de lujo más que el líder Kim Jong Il, que se jacta de tener la mejor bodega del país con espacio para 10.000 botellas. Kim siente predilección por exquisiteces como el caviar, que le traen de Irán; la langosta, y el mejor sushi, que hace traer en avión desde Japón para él.
La CNN dijo:
“…sus gastos anuales de coñac de la marca Hennessy ascienden a un total de 700.000 US$, mientras que el norcoreano medio gana el equivalente a unos 900 US$ al año. Existe una variedad de begonia bautizada en su honor como "kimjongilia".
Cultivó un culto exacerbado hacia su persona e inundó las calles, plazas, edificios públicos e incluso los campos de arroz de retratos suyos, acompañados de soflamas que ensalzaban su figura y que se repetían día tras día, machaconamente, en los medios de comunicación del régimen, los únicos existentes.
Sus cumpleaños, denominados "Días del Sol", fueron motivo de celebraciones fastuosas (según la BBC en 2002 se reunieron más de 10.000 jóvenes para participar en un espectáculo en su honor).
La combinación de represión, falta de contacto con el exterior y adoctrinamiento constante desde edades muy tempranas hicieron de él una especie de divinidad para la población, la misma que padecía sus paranoias, sus delirios de grandeza y su tiranía.
Con el paso de los años en el poder, el culto a su figura en los medios oficiales fue en aumento, como ya sucediera con su padre.
El 17 de diciembre de 2011 Kim Jong Il murió a los 69 años, mientras viajaba en tren de regreso a Pionyang, debido a un ataque cardíaco provocado por grandes esfuerzos físicos y mentales durante una inspección de campo de alta intensidad.
La televisión estatal norcoreana notificó el día 19 de diciembre que su féretro permanecería en la entrada del Palacio Memorial de Kumsusan hasta el 28 de diciembre, en el cual se llevó a cabo su funeral, y al término de los honores correspondientes, su cuerpo fue homenajeado en magno cortejo fúnebre. Actualmente yace en el interior de ese palacio.
La muerte de Kim Jong Il provocó escenas de dolor colectivo en las que se vio a gran cantidad de norcoreanos llorando desconsoladamente. Posteriormente, se supo que aquellos que no demostraron “suficientes” muestras de dolor -en un contexto en el que se informaba que, incluso, los mismos pájaros lloraban de dolor por la pérdida del líder-, se enfrentaban a condenas de hasta 6 meses de trabajos correccionales, además de sesiones de escarnio público que se llevaron a cabo entre diciembre de 2011 y enero de 2012.
Alucinante este video emitido por la televisión norcoreana (Diciembre de 2011):
Y, aunque es más antiguo (del año 1994), no me resisto a poner también este otro video del funeral de Kim Il Sung, padre del anterior, para que veais como son los bonitos, emocionantes y entrañables "funerales a la coreana":
El 29 de diciembre de 2011, al finalizar las exequias y honores, el presidente de la Asamblea Suprema del Pueblo, confirmó a Kim Jong Un (cuarto y último hijo del anterior) como líder nacional.
Y sólo dos meses después, piden ayuda humanitaria a cambio de dejar de amenazar al mundo con su poderío atómico.
Y cuando hacen esto yo me pregunto por las condiciones infrahumanas que debe estar soportando la población para que toda esa maldad y soberbia de su gobierno ceda un ápice. Y me temo, que en los próximos meses veremos muchas más fotos desgarradoras y sabremos cosas difíciles de olvidar.
No sé si esto será ya el principio del fin de los Kim-hijos-de-puta de Corea del Norte. Ojalá.
Para quien le interese, pongo aquí otro video del año 2000 sobre un reportaje de Rosa Mª Calaf para el programa "En Portada". Tiene un poco de tiempo, pero da una idea de cómo era la situación.
Corea del Norte, país secreto
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