
He leído gran parte de los libros de Isabel Allende (quizá todos), unos me han gustado más y otros menos, pero nunca me ha decepcionado.
Este, lo tenía pendiente desde hacía muchísimo tiempo. No me apetecía, miraba la portada y cogía cualquier otra cosa. Quizá, porque no me gusta nada la imagen de la cubierta.
Ya sé que parece superficial y tonto decir esto, pero yo miro mucho la portada de los libros antes de decidirme a leerlos. Las fotos de las portadas me atraen como un imán o me producen rechazo. Se lo comenté a una amiga, y me miró como si fuera idiota. Creo que es deformación profesional. Hay libros que no deberían tener imágenes en la cubierta, debería ser lisa, sin nada que condicione al posible lector, guardando el secreto de su contenido.
Bueno es caso es que esta novela me ha emocionado, a ratos hasta las lágrimas, me ha intrigado, me ha hecho sonreír.
Es la historia de Maya, contada en primera persona. De su infancia, de su adolescencia terrible. De su regeneración. Es una historia de amor.
Me ha llegado justo cuando la necesitaba. Últimamente tengo esa extraña sensación. Parece que los libros se acercan a mi cuando estoy preparada, cuando los necesito. Y hay frases que se me quedan grabadas a fuego.
Isabel Allende: gracias con todo mi corazón. (Espero que no hagan una película, prefiero amar a los personajes tal como yo los imagino).
Ah, pues me la voy a comprar. Que últimamente no hago más que leer filosofía y necesito relajarme un poco con cosas un poco más de amor.
ResponderEliminar